El avance acelerado de la ciencia, la tecnología y la medicina en los últimos tiempos, han permitido que las poblaciones a nivel mundial prolonguen su esperanza de vida de manera exponencial. En este contexto, conocer nuestras características genéticas es fundamental para procurar un envejecimiento de calidad.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la esperanza de vida en España continúa creciendo: entre 1999 y 2019, la esperanza de vida al nacimiento de los hombres ha pasado de 75,4 a 80,9 años y la de las mujeres de 82,3 a 86,2 años. Datos que se replican si lo miramos desde una perspectiva aún más global: según la ONU se prevé que en 2050 las personas mayores de 80 años o más se tripliquen.

Envejecer es un proceso natural e inherente al ciclo vital de cada ser humano que ha ido prolongándose cada vez más gracias la evolución de las sociedades y a la mejora constante de las condiciones de vida que posibilitan el avance de la ciencia y la medicina. No obstante, que dicho envejecimiento sea o no de calidad, depende en gran medida de lo que cuidemos nuestro cuerpo, tanto por dentro como por fuera, así como de nuestra disposición genética.

Por todos es sabido que factores como una alimentación saludable o la práctica regular de ejercicio físico de manera regular son algunos de los elementos clave para retrasar el envejecimiento, no obstante y más allá de las generalidades, cuidarnos escuchando nuestras características individuales puede jugar un papel clave.

¿Cómo puede influir la genética en mi envejecimiento?

La contaminación, los malos hábitos o el estrés son algunos de los principales factores que llevan a un envejecimiento prematuro. Sin embargo, conocer nuestra edad celular y características individuales, puede darnos las claves definitivas para envejecer de la forma más cualitativa posible.

La edad celular viene marcada por la longitud de nuestros telómeros, que se considera un biomarcador de envejecimiento: tener telómeros largos es sinónimo de una vida más larga y de protección frente a enfermedades degenerativas, pues la función de los telómeros es proteger al cromosoma de errores y daños.

Conscientes de ello, en Fagron hemos desarrollado TeloTest®, un test genético que permite, a través de una muestra de ADN, medir la longitud de los telómeros para conocer el grado de envejecimiento celular de cada persona. Esta información posibilita crear un tratamiento personalizado que responda con el mayor grado de exactitud posible a las necesidades individuales en aras de retrasar el envejecimiento prematuro y postergar la aparición de enfermedades.

¿En qué consiste el test genético y a quién va dirigido?

La longitud telomérica se cuantifica mediante la técnica molecular de la PCR cuantitativa (QPCR), a partir de una muestra de raspado bucal y/o saliva, lo que, siguiendo estrictos protocolos de calidad y siempre en nuestros propios laboratorios certificados, permite determinar la longitud promedio de los telómeros de un paciente. Este método ha sido ampliamente descrito y utilizado en miles de pacientes, siendo uno de los más utilizados y con mayores tasas de repetitividad y reproducibilidad que existen en la actualidad.

TeloTest® va dirigido a:

  • Hombres y mujeres a partir de los 30 años, preocupados por su envejecimiento y cómo intentar frenarlo.
  • Personas con historial familiar de envejecimiento prematuro o condiciones propias del paciente que conllevan envejecimiento prematuro.
  • Personas con interés en hacer un seguimiento intensivo de la evolución de su envejecimiento a lo largo de su vida.
  • Personas que deseen un tratamiento antiaging eficaz y hecho a medida.